Cumbre en Cancún: en búsqueda de la unidad latinoamericana y caribeña
Por Luis Oscar Ortiz, para “Al correr de la Pluma”, México
La Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe que tuvo lugar en Cancún, Quintana Roo este fin de semana, arrojó resultados discretos en un contexto complejo marcado por la crisis en Haití, las tensiones en las Islas Malvinas y elgolpe de estado en Honduras. Presidentes, primeros ministros y delegaciones de alto nivel se reunieron en la Riviera Maya, en un espacio donde coincidió el Grupo de Río y la Cumbre de América Latina sobre Integración y Desarrollo (CALC). La cita cimera tuvo como telón de fondo la catástrofe provocada por el terremoto que devastó la capital de Haití y ciudades aledañas, con saldo de 240 mil muertos, 300 mil heridos y unos tres millones de damnificados. No es la primera vez que el tema haitiano centra la atención del Grupo de Río. En el encuentro de 2004 en Brasil se planteó la necesidad de compromisos a corto, mediano y largo plazos para resolver la crisis en ese país. En esta cumbre se abordó no sólo la atención de la emergencia, sino también los programas sustentables como el de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América para desarrollar un sistema de salud en esa nación. México, el país anfitrión, bautizó el encuentro como la Cumbre dela Unidad de América Latina y el Caribe, y metió bajo la misma sombrilla la cumbre de los 24 países del Grupo de Río y la II Cumbre de América Latina y el Caribe, con la idea que pudieran fusionarse. En la agenda de la cumbre está la creación de un nuevo organismo alterno a la OEA, que se oriente a la atención exclusiva de asuntos que competen a Latinoamérica y el Caribe, y se transforme en un interlocutor de estos pueblos para el mundo.
Otro asunto que centró la atención es el incremento de las tensiones por la exploración petrolera ilegal realizada por Gran Bretaña en las Islas Malvinas, desgajadas a la fuerza de la soberanía de Argentina en 1833. No tenemos la menor duda de que vamos a encontrar solidaridad del Grupo de Río porque lo único que estamos pretendiendo es que se cumpla el derecho internacional, habría declarado días antes el vocero del gobierno argentino, Ruperto Godoy. De acuerdo con el vicecanciller mexicano Salvador Beltrán, estaría prevista una declaración sobre el reclamo argentino de la soberanía de las Islas Malvinas. Beltrán también confirmó la decisión de México, como país anfitrión, de no invitar a la cita cimera al presidente de Honduras, Porfirio Lobo, quien resultó electo bajo la ruptura del orden institucional en ese país centroamericano. En una cumbre extraordinaria celebrada el año pasado en Managua, el Grupo de Río condenó de manera enérgica el golpe de Estado del 28 de junio contra el gobierno de Manuel Zelaya. El foro calificó como inaceptable la utilización de la fuerza para derrocar a un gobierno legalmente constituido. Aunque el tema no figura en la agenda de la cumbre, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció que los mandatarios centroamericanos aprovecharán este espacio para reunirse y analizar la situación del país vecino. Este fin de semana los cancilleres trabajan en el debate y redacción final de los documentos que serán sometidos a la consideración y aprobación de los mandatarios a partir del lunes.
El grupo de Río, creado en 1986, está integrado por 23 países: Argentina, Brasil, Bolivia, Belice, Colombia, Chile, Comunidad del Caribe (CARICOM), Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, Haití, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Por su parte, en la CALCparticipan los 33 países de América Latina y el Caribe. Cabe destacar también que la nota fue para los presidentes Álvaro Uribe y Hugo Chávez, de Colombia y Venezuela respectivamente, quienes riñeron por disputas comerciales y políticas durante unos de los almuerzos privados.
Ante todo, esperamos que esta Cumbre ofrezca una oportunidad para ir definiendo y marcando un nuevo modelo de convivencia continental, es muy importante que los pueblos latinoamericanos y caribeños nos reencontremos con nosotros mismos y busquemos juntos alternativas que tengan como objetivo el mejoramiento social. El doctor internacionalista argentino Julio Salesses en su ensayo titulado “La unidad latinoamericana como respuesta a la globalización”, donde concluye connueve puntos que considera básicos para pensar en una auténtica unidad latinoamericana frente al proceso de globalización:
1) Desde los centros de poder, se plantea, falazmente, que la globalización es un hecho inamovible, moderno, que democratiza el conocimiento, y que adopta una morfología capaz de ofrecer igualdad de oportunidades.
2) Desde el pensamiento crítico, es imprescindible generar alternativas teóricas y prácticas que permitan descomponer el poder hegemónico.
3) En ese marco, la construcción de espacios regionales, en nuestro caso la concreción de la tan anhelada y postergada unidad latinoamericana, es condición indispensable para el logro de tal objetivo.
4) Un elemento esencial para avanzar en tal sentido, es priorizar los aspectos culturales del proceso de integración, dejando de lado la visión meramente economicista que caracterizara a cada uno de los intentos que hasta aquí han tenido lugar. En tal sentido, sería un buen punto de partida el cambio de nomenclatura de bloques como MERCOSUR, ALALC, etc., que remiten a conceptos propios del neoliberalismo.
5) La concreción plena en América Latina de una experiencia análoga a la de la Unión Europea, sufre en su desarrollo, además de las dificultades propias generadas por las asimetrías en todo intento de integración, las huellas de prácticas políticas malsanas, consentidas y estimuladas durante siglos por el imperialismo.
6) El esquema pragmático y gradual con que se planteara el MERCOSUR en sus inicios, debe dar paso rápidamente a la creación de sólidas estructuras institucionales.
7) Dicho proceso debe ser generoso e inclusivo. Demanda renuncia de soberanía, y visión estratégica.
Independientemente de las diferencias entre el desarrollo de ambos procesos, en la consolidación del MERCOSUR y de la Unión Latinoamericana, debe primar la firme vocación integradora que permite a los países europeos limar diferencias, compensar desigualdades, y corregir imperfecciones.
9) Este trabajo no pretende reivindicar el voluntarismo, ni promover su ascenso en la escala de valores. Pretende, sí, dejar en claro que, sin el ejercicio de una firme voluntad política, no suficientemente manifestada en los hechos todavía, la unidad de los pueblos americanos será cada día más, una simple actitud declamatoria.
Y agregaríamos un punto final a:
10) Buscar a toda costa elevar los niveles educativos de la juventud sin olvidar sus raíces y riqueza cultural, pero con un objetivo marcado por la superación y el desarrollo individual y colectivo.(Tomado de "Al Correr de la Pluma, México).