Afganistán. Malalai Joya: «No hay democracia bajo la ocupación»
por Dominique Bari
La joven diputada afgana Malalai Joya fue excluida del parlamento por haber denunciado la injerencia de las potencias extranjeras y las violaciones de los derechos de las mujeres que se cometen bajo la ocupación.
Malalai Joya es una mujer disgustada. Más que disgustada, furiosa por la guerra que la coalición internacional mantiene en su país, Afganistán; furiosa por las bombas de
Dominique Bari: La conferencia de Londres, celebrada a finales de enero, oficializó una negociación con los dirigentes del antiguo régimen talibán. ¿Qué puede suceder ahora?
Malalai Joya: Millones de afganos se están muriendo de hambre, pero al régimen de Karzai le prometieron millones de dólares para que los insurgentes depongan las armas. Eso conducirá a la rehabilitación de los talibanes, quienes tomarán el control de
¿Es que alguien realmente cree que se puede instaurar la democracia con esos reaccionarios? Pero los talibanes no son los únicos integristas. Cuando Estados Unidos y sus aliados derrocaron el régimen del mullah Omar, lo que hicieron fue reemplazarlo por otros fundamentalistas, por señores de la guerra vinculados a
En los últimos años se han adoptado una serie de leyes y una serie de decisiones judiciales verdaderamente escandalosas. Con el pretexto de la reconciliación nacional se ha concedido inmunidad a los señores de la guerra y a otros conocidos criminales de guerra, muchos de los cuales son ahora miembros del parlamento, están en los ministerios, en la administración judicial y son todos unos corruptos.
Y ahora resulta que hasta la propia ONU borra de su «lista negra» los nombres de los ex dirigentes talibanes. ¿Acaso puede construirse el porvenir de un pueblo con ese tipo de acciones? A no ser que pretendan hacerle creer que el símbolo de las bondades del progreso occidental es la fábrica de Coca Cola inaugurada en las afueras de Kabul, en este país pobre donde el agua es un recurso inestimable...
Dominique Bari: Usted fue electa para formar parte del parlamento en 2005. Pero fue expulsada al cabo de 18 meses. ¿Por qué?
Malalai Joya: Durante la ceremonia de apertura de la sesión parlamentaria, yo presenté «mis condolencias al pueblo afgano», cosa que no les gustó a muchos diputados, quienes se quejaron de que aquello era una ofensa para ellos. Fueron esos señores de la guerra quienes pidieron mi exclusión.
Yo había recordado que ellos habían saqueado Kabul durante la guerra civil que se desarrolló de
Rápidamente llegó un momento en que ni siquiera me dejaban hablar. Me desconectaban el micrófono cuando yo pedía la palabra y yo tenía que hablar a gritos [mientras me gritaban] insultos y amenazas. Algunos diputados, hombres y mujeres, me defendieron, pero eran pocos. Me acusaron de comunista y de infiel, que son para ellos los máximos insultos. En una entrevista de televisión, yo acabé por comparar el parlamento con un zoológico. ¡Peor que un establo, donde los animales por lo menos sirven para algo!
Dominique Bari: ¿De qué servirán las tropas de refuerzo que anunció Obama?
Malalai Joya: El objetivo de la guerra no era implantar la democracia y la justicia ni arrancar de raíz los grupos terroristas. Para lo que ha servido es para dar un carácter permanente a la ocupación, para instalar bases militares y para mantener bajo control una región que cuenta con grandes recursos naturales. Obama es igual que Bush, incluso peor porque está intensificando la guerra y extendiéndola a Pakistán.
El gobierno americano mantiene una situación peligrosa para mantenerse más tiempo en Afganistán y vigilar así más fácilmente a los países vecinos, como Irán, Pakistán, Rusia y Uzbekistán. Si Obama no retira sus soldados habrá más sangre y más desastres. Mire los bombardeos de
Esa masacre es para el mundo una pequeña muestra de los horrores que nuestro está enfrentando. Pero ¿quiere realmente el mundo ver esos horrores? Yo organicé una conferencia de prensa y un hombre de la aldea de Geranai, atenazado por el dolor, vino a contar cómo él mismo había perdido 20 miembros de su familia la masacre. ¿No es posible que ese hombre se sienta impulsado, al igual que otros jóvenes, a unirse a los insurgentes, aunque sean integristas?
Dominique Bari: El destino trazado para la mujeres bajo el régimen de los talibanes había acabado conmoviendo a la opinión pública internacional. ¿Cuál es la situación [de las mujeres afganas] hoy en día?
Malalai Joya:
Es verdad que se ha producido un regreso de las niñas a las escuelas, pero las cifras no incluyen a las que se ven obligadas a abandonarla debido a las amenazas contra su seguridad y las presiones a las que se ven sometidas por parte de sus familias para que se casen. El suicidio se ha convertido en el último recurso de las muchachas desesperadas, quienes tienen conciencia de las alternativas pero también saben que nunca tendrán derecho a ellas.
Dominique Bari: Precisamente, ¿cuáles son esas alternativas?
Malalai Joya: Todas las tropas extranjeras deben irse y las milicias de los señores de la guerra deben ser desmanteladas. La democracia no puede ser instaurada por una ocupación que no hace más que extender y fortalecer la talibanización de mi país. Y es mi pueblo quien está sufriendo las consecuencias.
Si Estados Unidos y las tropas de
Partidos y asociaciones democráticas luchan a menudo desde la clandestinidad. No olvidemos que
Hay muchos héroes y heroínas desconocidos. Y están luchando en sus ciudades y aldeas. ¿Por qué ningún dirigente occidental quiere reconocer ni siquiera la existencia misma de una fuerza progresista emergente que puede desempeñar un verdadero papel?
Yo no pierdo las esperanzas. Necesitamos la ayuda de la opinión pública en los países occidentales y, a través de mis viajes, me doy cuenta de que están moviéndose. Ha habido manifestaciones contra el envío de refuerzos, ya nadie cree en la «guerra justa». Hay que aumentar la presión para obligar a los gobiernos belicistas a ceder.
Fuente: L’Humanité (Francia). |
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