MUNDO SIN BARRERAS

CONGRESO DE DERECHO DE LA INTEGRACIÓN - UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA – 2.005

EL ENEMIGO IMAGINARIO (Exposición del Dr. Julio SALESSES)

I.- SÍNTOMAS CONTEMPORÁNEOS DE AÑEJAS PATOLOGÍAS

- " Cuando uno va a la cancha con complejo de superioridad, pueden llegar unos cuantos nigerianos, o unos cuantos paraguayos, y ponerte en tu sitio". La frase pertenece a José María Aznar, ex jefe de gobierno español, después del fracaso de España en el Mundial de fútbol de Francia.

- “Los clandestinos deben ser disuadidos por las buenas o por las malas maneras. Llega un momento en el que es necesario usar la fuerza. La marina y la gendarmería se deben unir para defender nuestras costas y utilizar los cañones para impedirles el ingreso a nuestro país.” La frase pertenece a Humberto Bossi, máximo referente de la Liga del Norte, y miembro del gobierno del premier Silvio Berlusconi.

- "No ahorre sangre de gauchos, es lo único que tienen de humano ". La frase pertenece a Domingo Faustino Sarmiento, expresidente argentino, y estaba dirigida aBartolomé Mitre, expresidente argentino.

- "A la Europa debemos todo lo bueno que poseemos, incluso nuestra raza, mucho mejor y mas noble que las indígenas, aunque lo contrario digan los poetas, que siempre se alimentan de fábula. El gran Moctezuma, al fin, era un gran salvaje, monarca de salvajes como él, sin religión verdadera, sin ciencias, sin leyes, sin instituciones cultas. El mejor de sus monumentos arquitectónicos, no vale una cornisa o un arco griego, o un arabesco, de los que debemos a España" . La frase pertenece a Juan Bautista Alberdi, principal ideólogo de la Constitución Nacional Argentina, inspirado en los impolutos postulados de la Carta Magna de los EE.UU. de América.

- Lunes 25 de abril de 2005. Los alcaldes de ayuntamientos españoles en los que gobierna el Partido Popular, anuncian sin pudor a la sociedad que se disponen a violar el Estado de Derecho, negándose a celebrar la unión entre homosexuales permitida por legislación vigente. Uno de ellos argumenta que los homosexuales “son tarados”.

- Un día de fútbol en una cancha de Argentina. Los simpatizantes de un equipo desean agredir a la hinchada del otro equipo. Forman un coro entusiasta, que repite simple y reiteradamente la palabra “bolivianos”. La tentativa se consuma. Los hinchas del otro equipo se sienten agredidos. El color de la camiseta divide a ambas hinchadas, pero la discriminación las une. Con frecuencia, en estadios de uno y otro lado del océano, suele ondear el pabellón nazi.

- Martes 29 de marzo de 2.005. La Universidad Libre de Berlín y el Instituto Forsa, difunden los resultados de una encuesta realizada entre 2.000 alemanes. El sondeo revela que uno de cada cuatro alemanes del Oeste y uno de cada dos de los habitantes de la ex Alemania del Este, estarían contentos con la reconstrucción del derribado Muro de Berlín. El trabajo de campo realizado, revela la existencia de un gran descontento por las consecuencias de la reunificación de 1.990, que para algunos disminuyó los estándares de vida en el Oeste y trajo una persistente crisis económica en el Este. El 47% de los encuestados en el Este afirmó que la Alemania del Oeste “adquirió al Este como una colonia”. Y el 58% de los occidentales coinciden con la idea de que “los del Este se deleitan en la autocompasión”. El suceso que hace 15 años se manifestaba como el paradigma de valores como la libertad, la democracia y el pluralismo, y que se calificaba como el nacimiento de una nueva época signada por la convivencia en la diversidad, es hoy, cada vez más, evaluado simplemente desde un prisma meramente economicista.

- Sábado 23 de Abril de 2.005. Mar del Plata. Competencia internacional de patín. Una patinadora colombiana encierra en los últimos metros de una de las carreras a su adversaria argentina, en un gesto evidentemente antideportivo. El público, vox dei, se ocupa de hacer justicia. Desde un sector de la tribuna que da espaldas al Océano Atlántico, parte del organismo colegiado hace conocer, a viva voz, la parte sustantiva de la sentencia, cuyo texto decía “RAJÁ DE ACÁ, COLOMBIANA NARCOTRAFICANTE.”

II.- UNA TEORÍA SOBRE EL ESTADO RACISTA EN ARGENTINA Y LATINOAMÉRICA.-

Las cuatro frases con que iniciamos este trabajo, tomadas entre miles de similar contenido que cotidianamente son pronunciadas en cualquier lugar del mundo, por individuos provenientes de los más diversos estratos sociales, credos, razas y nacionalidades, y en épocas diversas, dejan expuestos los bolsones de xenofobia y racismo que, con mayor o menor intensidad y diferentes formas de manifestación, han signado el devenir de la humanidad en su proceso histórico. Dos de ellas, expresadas por dirigentes contemporáneos pertenecientes a dos países a los que podemos considerar emblemáticos en la conformación de la Unión Europea. Omitimos aquí toda referencia a Jean Marie Le Pen, debido a que la duración de estas Jornadas es de solamente dos días. Las otras dos, pertenecen a ideólogos fundamentales del modelo que, tras las guerras civiles del siglo XIX, devino hegemónico en Argentina, consolidando el perfil económico diseñado por la elite de Buenos Aires, que influida por intereses económicos externos que compartía, diseñó un país a imagen y semejanza de países que consideraba más cultos y avanzados. El desenlace de esas guerras civiles impuso lo que podemos llamar etnocentrismo descentrado. Es decir que el centro no estaba en nosotros mismos, sino afuera. La admiración a lo externo y el desprecio a lo natural o autóctono, generó una sociedad contradictoria y original, cuyo producto es el que tenemos a la vista: una mixtura de patriotismo hueco, habitado por deshumanizados héroes de bronce, y la persistencia de actitudes descalificadoras hacia los "diferentes" y, en general, hacia todos aquellos no impregnados por la cultura importada de las metrópolis. La educación, instrumento con el cual el poder determina el perfil de las sociedades, no proporcionó una visión global sobre los hechos y los hombres del pasado. Por el contrario, se fue conformando una visión parcializada de la historia y de los próceres, esquematizándolos en definiciones que todavía hoy perduran.

Con ligeras variaciones, determinadas por el perfil propio de cada nación, podemos considerar lo que venimos expresando, como válido para una visión general del triunfo de un modelo de exclusión en toda Latinoamérica, caracterizado por la marginación o extinción de etnias autóctonas, y el paulatino debilitamiento de los rasgos esenciales de identidad.

III.- LA XENOFOBIA EN EUROPA.-

La xenofobia pone al descubierto fuertes componentes etnocéntricos y nacionalistas, que tienen lugar no solo en el campo social, sino también en el plano institucional de las naciones. El derrumbe de fronteras que trajo aparejada la integración de Europa, no parece tener incidencia alguna en los índices y formas de manifestación del fenómeno. La exacerbación de la xenofobia, desplaza en forma paulatina al discurso del desacreditado racismo biológico en las expresiones de sectores radicalizados de la extrema derecha europea en Francia, Italia, Alemania, Inglaterra y España. Un informe de comisión elaborado por el Parlamento Europeo, afirma: "Un fantasma de nuevo cuño se cierne hoy sobre la Europapolítica: la xenofobia. Esta palabra es apropiada no sólo para quienes contribuyen a fomentar los sentimientos xenófobos para explotarlos políticamente, sino también para quienes, desaprobando las tendencias xenófobas, no dejan de intentar sacar provecho político de ellas. En los Estados europeos existen elementos racialmente discriminatorios que se pueden encontrar en la legislación, en la jurisprudencia, y tal vez sobre todo en las prácticas administrativas. Esta situación presenta unas características que permiten hablar a veces de discriminación racial institucionalizada". Reitero que este es el texto de un informe emanado del Parlamento Europeo. Un artículo del periodista español Juan Manuel Costoya, titulado "De Ceuta a Berlín pasando por París" dice así: "No puede generalizarse, ni hacer causa común entre los atentados xenófobos de Alemania, el terrorismo islamita del metro de París y los inmigrantes subsaharianos que intentan establecerse en Europa para escapar del fantasma de la guerra y el hambre que azota sus países. Sin embargo, una cosa es evidente: la frontera Sur ofrece cada día motivos de sobresalto a los gobernantes occidentales. Denegar visados o construir murallas no son sino parches mal colocados que en modo alguno evitan que la mitad de la humanidad muera de enfermedad y miseria a las puertas de una Europa que no sabe qué hacer con sus excedentes de carne y mantequilla" . El resurgimiento en Alemania y Francia de grupos neo nazis con presencia electoral no mayoritaria pero importante, pone de manifiesto el peligro latente. Para completar el panorama, no está de más recordar que en España los latinoamericanos son llamados por amplios sectores "sudacas" , o en su caso "judacas", si a la circunstancia de ser latinoamericano, se le agrega la de ser judío. En las calles de Londres pueden escucharse unos 150 idiomas y dialectos. Sin embargo, el hecho de que haya numerosos grupos que practican la xenofobia, como los hooligans, demuestra que existen condiciones favorables para su aparición y desarrollo. En Alemania han aparecido neo nazis con la cabeza rapada y el cerebro en iguales condiciones. Se han manifestado fenómenos recientes de un racismo discriminatorio y en ocasiones homicida, que se creían extinguidos para siempre. Los casos de xenofobia marcan hitos que configuran una flagrante violación de los derechos humanos, y expresan el miedo que define al término.

IV.- EDUCACIÓN Y CULTURA COMO HERRAMIENTAS

Pero antes de seguir adelante, resulta interesante señalar queSigmund Freud estudió el desplazamiento como mecanismo de defensa responsable de la génesis de las fobias. En lugar del "amigo imaginario" propio de la infancia, tenemos un "enemigo imaginario", en el cual se puede descargar el resentimiento. Freud explica que existe un temor irracional y persistente, inspirado por un objeto determinado, que se manifiesta en estados de ansiedad, repulsiones, inhibiciones y conductas negativas o de agresión. Deja expuesto el rol que les cabe a la educación y a la cultura en la etapa de transición de la infancia a la adultez, como instrumentos capaces de impulsar o atenuar las manifestaciones fóbicas que caracterizan a todo tipo de discriminación.

Dejemos de lado ahora la fobia en forma de sudaca, hooligan, skin-head o svástica, para poner el acento en una manera más sutil de acentuar las diferencias, y de sembrar, a partir de la educación, las discriminaciones del futuro. Nos referimos, específicamente, a la discriminación lingüística que se practica en las escuelas. En un artículo titulado "La lengua como arma cultural", el periodista español José Luis Pérez Óvilo afirma que en los países europeos se obliga a los hijos de los inmigrantes de los países pobres a aprender los idiomas locales en desmedro de los suyos, que son tildados de dialectos o jergas. Resulta obvio señalar que, en términos generales, lo mismo sucede con los niños de las comunidades originarias latinoamericanas, desde México a nuestras escuelas rurales o de frontera. Sería necio desconocer que el aprendizaje del idioma del país al que se llega, es para el inmigrante un factor de integración. No es ese aprendizaje lo que se cuestiona. Lo que se cuestiona es su uso como factor de consolidación del etnocentrismo, y atentatorio contra la diversidad cultural, en cuanto le otorga rango superior que a las lenguas originarias. En América Latina se verifica el choque entre personas procedentes de una cultura campesina o indígena, con una cultura urbana que a su vez asimila conceptos importados. Esta última probablemente estimule la superficialidad en el análisis de la realidad, la adopción de modas sucesivas, el criterio imitativo y el consumismo. Se trata de un proceso en cuyo liderazgo se encuentran, obviamente, los medios masivos de comunicación. Frente a esta situación cobran singular importancia una política educativa adecuada, la acción oficial contra la xenofobia y las prácticas positivas que puedan a llevar a cabo organizaciones no gubernamentales, inspiradas en una acción en favor de la convivencia, la tolerancia y el enriquecimiento mutuo que genera el contacto entre diversas culturas.

Y llegamos aquí al punto clave. Al punto que nos preocupa, y que no dejamos de plantear en todos los foros en que se debate el tema de los procesos de integración. En cada cumbre de la Unión Europea; en cada cumbre del Mercosur, de la ALADI, o de cuanto intento de creación de espacios regionales se nos ocurra, los líderes se ocupan de dedicar amplios espacios a la educación y la cultura. Es el discurso “políticamente correcto”. Es el discurso que nos permite soñar con la idea de compartir y enriquecernos en el ámbito de la diversidad cultural. Es lo que nos permite imaginar un mundo en el que la palabra bienestar no limite su significado a la expansión de la macroeconomía, el desarrollo tecnológico y la apertura de nuevos mercados. Es el discurso políticamente correcto, que abre puertas para el sueño de un mundo más equitativo, más tolerante, más integrado, con menos pobreza. Es el discurso que hace que estemos aquí ahora, imaginando maneras para que las políticas de integración abarquen todos los aspectos inherentes a la dignidad del hombre. Sin embargo, más allá del discurso, encontramos que cotidianamente el análisis que determina el avance o el retroceso de los procesos de integración, incluye una mirada exclusivamente económica. Si nos ponemos de acuerdo en aranceles comunes, en eliminación de subsidios, en cupos de importación, en los niveles de inversión, avanzamos. Si surgen discrepancias en esos temas, retrocedemos. Los parámetros son siempre los mismos. Mientras tanto, el “enemigo imaginario” descripto por Freud, el que debe combatirse a partir de la Educación para darles un perfil humanístico a las sociedades contemporáneas, continúa manifestándose en mayor o menor medida en la mente de millones de individuos. Si se avanza en lo económico, no importan el racismo, la marginalidad, la xenofobia ni la invasión militar. No podemos adjudicar tal situación a la carencia de normas. Los organismos multilaterales, las regiones integradas y las Constituciones de los distintos países, abundan en declaraciones de principios a favor de los Derechos Humanos. Sin ir más lejos, la reforma de la Constitución Argentina en la década del ‘90, consumó la paradoja de abrir la posibilidad de reelección a Carlos Menem, y al mismo tiempo otorgarle rango constitucional a infinidad de tratados internacionales en los que se proclaman los más inalienables derechos de las personas.

El artículo fundamental de la Declaración Universal de Derechos Humanos dice: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos".

El artículo primero de la Declaración sobre la raza y los prejuicios raciales de la UNESCO en 1978 se consigna: "Todos los seres humanos pertenecen a la misma especie y tienen el mismo origen. Nacen iguales en dignidad y derechos, y todos forman parte integrante de la humanidad" (...) "Es incompatible con las exigencias de un orden internacional justo y que garantice el respeto de los derechos humanos, toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en la raza, el color, el origen étnico o nacional, o la intolerancia religiosa motivada por consideraciones racistas". Estos conceptos pueden ser complementados con los de Federico Mayor Zaragoza,Director General de la UNESCO (1996): "La diversidad enriquece la vida humana y es motor del progreso moral. El aislamiento y la endogamia llevan al ocaso y la decadencia. Y lo que es cierto para los organismos individuales, lo es aún más para las culturas. Los pueblos que no han sido capaces de interactuar, de transmitir y aceptar influencias enriquecedoras, han declinado ineluctablemente. La exclusión y discriminación -lo mismo dentro de una sociedad que entre naciones- conduce a la incomprensión y a la violencia". También en el Proyecto de Constitución de la Unión Europea abunda en la descripción, el reconocimiento y la garantía de ejercicio de los derechos fundamentales.

No es, como decíamos, la falta de normas ni de doctrina lo que potencia al “enemigo imaginario” . Es la aparente decisión política que se observa en los diferentes espacios regionales, de no llevar adelante programas de educación serios, científicamente diseñados para generar una verdadera integración cultural, con su correlato de pluralismo y mejora en los niveles de convivencia.

V.- CONCLUSIONES.-

En definitiva, podríamos arribar a las siguientes conclusiones:

1) Las manifestaciones de discriminación en todas sus formas, fundamentalmente la xenofobia y el racismo, no muestran señales de retroceso.

2) Tales manifestaciones tienen lugar no solamente en el campo social, sino también, con frecuencia, desde la estructura de los estados.

2) Desde la postura freudiana que instalan a la discriminación en el fenómeno que consiste en ver al diferente como un “enemigo imaginario”, la misma debe ser combatida desde el campo de la educación.

3) No se advierte en los distintos procesos de integración, fundamentalmente el Mercosur y la Unión Europea, que son los más cercanos a nuestro interés, la implementación de políticas que nos permitan visualizar un futuro optimista en este campo, a pesar de la abundante normativa vigente.

En definitiva, parece estar claro que, si esta tendencia no se revierte, las distintas áreas de integración regional podrán servir para que el poder económico haga cada vez mejores negocios, pero nunca servirán, como no han servido hasta ahora, para achicar la brecha entre ricos y pobres, para combatir la marginalidad, y para que los pueblos sean más felices en la convivencia, el multiculturalismo y el rescate de los valores esenciales del ser humano.

Si estuviéramos dispuestos a ser cómplices de la hipocresía, podríamos cerrar elegantemente este trabajo con una frase deBill Clinton, ex presidente del Imperio genocida. Clinton dijo que “existe una sola raza: la raza humana”. Sin embargo, preferimos terminar con una frase de escritor Fernando Savater:"A veces suele decirse que todas las culturas son igualmente válidas y que no hay unas mejores que otras. Creo que no es verdad. Una cultura es tanto mejor cuanto más capaz de asumir lenguas, tradiciones y respuestas diferentes a los innumerables problemas de la vida en comunidad. La cultura que incluye es superior en civilización a la que excluye; la cultura que respeta y comprende me parece más elevada que la que viola, mutila y siente hostilidad ante lo diferente; la cultura en la que conviven formas plurales de amar, rezar, razonar o cantar tiene primacía sobre la que se atrinchera en lo unánime y confunde armonía con la uniformidad.”